sábado, 22 de diciembre de 2007

Apología de un momento

El amor es un momento, es un fugaz instante de encontrarle significado a la vida. El amor no es demagogia barata, no es decir cuánto te quiero, es sentir cuánto te quiero.
El amor no es generalizable ni universal: cada cual lo comprende de distinta manera y lo anhela, manifiesta su querer de forma espontánea, sin premeditación. No es esquemático, no entiende de fórmulas, sólo de sensaciones.
El amor es egoísta, no es para con el otro, es por y para ti. Si le quieres es a ti en quien repercute ese sentimiento, si le haces feliz, eres tú el satisfecho.
El amor no entiende de personas ni de situaciones: no puede acotarse, supera todos los muros y todas las barreras. Es algo tan grande, tan bonito (o tan despreciable) que puede ocurrirte en cualquier momento; cuando lo buscas o cuando no quieres encontrarlo y te chocas contra él.
El amor es psicológico, mental no físico. Supera al instinto, al deseo, lo que lo convierte en peligroso o en algo sublime, depende.
El amor es obsesivo, perdurable pero no infinito. Es renovable pero costoso; tiende a convertirse en hábito, a decaer. ¿Seguro? Estamos hablando entonces… ¿de amor? De convivencia, tal vez.
El amor son preguntas, es preguntarte el porqué, el cómo puede ser. Es sorpresa, es precioso, es patrimonio de todos, es felicidad.

No se lo que es amor, no se explicarlo, sólo se sentirlo. Todo lo escrito es inútil para ti, no es paradigmático ni aplicable a otro. Es mi visión del amor, hoy, ayer tuve otra y quizás mañana varíe de nuevo. Y es que, al fin y al cabo, es sólo una sensación. Y éstas, cambian.

2 comentarios:

E.a. dijo...

El problema del amor como bien lo plasmas al final es que cada uno lo siente de diferente manera y eso es lo que lo hace complicado

J.One dijo...

Y al final resulta que todo son hormonas liberadas en presencia de determinada persona...
El sentimiento o sensación es común, la diferencia entre los individuos es la forma de reaccionar o de comprenderlo. Al fin y al cabo la objetividad es imposible.